Es posible que las albóndigas no sean el primer alimento que se le ocurra cocinar a la parrilla, pero los resultados le sorprenderán una vez que lo pruebe.
Esta sartén de aluminio cuenta con una docena de cavidades redondeadas, diseñadas
con perforaciones en la parte inferior para permitir que el humo de la parrilla
le dé sabor a la comida y drene la grasa. La curvatura de cada pocillo ayuda a que las albóndigas mantengan su forma mientras se cocinan, y facilita darles la vuelta para que se logre un exterior crujiente por todos lados. Esta sartén también ayuda a la parrilla con otros alimentos redondos que tienden a volcarse o volcarse, como tomates, pimientos rellenos o tapas de champiñones rellenos.
